Incremento de tensiones geopolíticas

En un nuevo capítulo de esta compleja telenovela, encontramos un incremento de las tensiones asociadas al control del flujo de petróleo en el golfo pérsico, tras el ataque a dos petroleros de banderas noruega y japonesa (de los que los EE.UU. están culpando a Irán tras su reciente escalada verbal), apenas tres semanas después de varios casos parecidos en la costa de Emiratos Árabes Unidos.

Lo cierto es que la duda inunda la situación, con un Irán argumentando que algún otro agente esta realizando esos ataques con ánimo de debilitar su reputación y enfrentarles con la comunidad internacional, en palabras de su ministro de exteriores, y con Rusia metiendo baza por detrás.

Este tipo de eventos, vengan por una parte o por otra, son los que van acumulando tensión en ciertas zonas geoestratégicas, a veces derivando en enfrentamientos armados (esperemos no sea el caso).

No son hechos baladíes teniendo en cuenta que esa zona canaliza el paso de la tercera parte del petróleo que se transporta por mar a nivel mundial, y una quinta parte del total, por lo que una escalada de inseguridad en el área puede implicar un desabastecimiento, seguido de incrementos en el precio de dicha materia prima. Esto podría ser aprovechado por algún estado "usualmente beligerante", muy dado a promover conflictos por la zona, para justificar algún tipo de intervención militar, y más teniendo en cuenta que quién lo dirige actualmente está deseando meterse en todos los fregados posibles.

De momento hemos visto un barril de petróleo crudo WTI que se disparaba desde los 51 hasta los 53 dólares (tras apoyarse precisamente en su soporte de medio plazo), que configura así por el momento un posible canal lateral entre los 51 y 55 euros, a tener muy en cuenta de cara a la operativa en el medio plazo.

Estaremos muy atentos a las nuevas actualizaciones en este asunto.