"Orange Bank" autorizado por el BDE para empezar a operar

Otro pasito más en la incipiente sobresaturación del sistema bancario español, que mete más presión a la banca tradicional.

Los elevados costes soportados por muchas entidades financieras suponen un lastre a nivel competitivo que, especialmente las viejas compañías, están intentando solventar en base a cierre de oficinas, contratación "precaria", prejubilaciones pactadas, y fusiones semiforzadas, de cara a una reducción de la competencia, con un fuerte componente de digitalización y optimización del servicio en oficina.

La banca como la conocemos está intentando modernizarse a pasos agigantados, de hecho muchos de los antiguos clientes no terminan de entender qué es lo que está pasando, y parte de ellos se indigna incluso (más si cabe si le añadimos la difícil rentabilidad ofrecida por los plazos fijos o productos de bajo riesgo) ante estos inesperados cambios.

Sin embargo, a día de hoy no podemos saber a ciencia cierta hasta que punto será suficiente esta modernización del sector para sacarlo adelante con solvencia, cuando muchas otras compañías de gran tamaño, con idea de diversificar sus negocios y obtener rentabilidades en cualquier ámbito relacionado, o no, con su desempeño habitual, están recibiendo autorizaciones de los organismos reguladores para ofrecer financiación a particulares que choca directamente con una de las principales fuentes de negocio de los grandes bancos, los créditos al consumo.

El sector bancario es actualmente un sector envejecido, con difícil proyección a futuro (de hecho, como muestra el gráfico, a día de hoy la recuperación observada tras la fuerte crisis vivida a finales de la pasada década es prácticamente nula en el bancario europeo, no siendo así en el americano impulsado por su fuerte crecimiento estos años). Especialmente dependiente de los ciclos económicos y políticas financieras que a corto plazo no ofrecen vistas a mejorar, habrá (salvo para configuración de estrategias estáticas y muy diversificadas en confecciones de carteras de dividendos) que andarse con mucho ojo en el largo plazo.

Si bien sabemos que ciertas entidades difícilmente pueden llegar a desaparecer por su carácter de sistémicas, nos convendría echar cuentas del coste de oportunidad de que una inversión de este tipo se dilate más tiempo del debido.